sábado, 26 de septiembre de 2015

Tabaski

Dicen que Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo primogénito Ismael como prueba de su lealtad a Dios. Al final, Dios fue clemente y paró su brazo en el aire justo cuando iba a cercenar el cuello de su hijo. Agradecido, Abraham sacrificó en su lugar un carnero. Es en conmemoración de este acto de sumisión que los musulmanes celebran el Eid al-Adha o lo que es lo mismo la "Celebración del sacrificio". 

En Senegal, así como en otros países del África musulmana como Mali, Niger o Benín, esta celebración es más conocida con el nombre de Tabaski. Esta es la fiesta más importante para los musulmanes, en la que se reúne toda la familia, como nuestra Navidad. Y yo tuve la suerte de poder pasarla en familia y disfrutar de este acontecimiento como uno más.

La Tabaski comienza desde primera hora de la mañana con el primer rezo del día para el cual los hombres se ponen sus mejores galas y van a la mezquita a rezar. De vuelta en casa y tras un breve desayuno comienza el "sacrificio". 

 Lo primero que hay que hacer es matar el cordero

Posteriormente hay que despellejarlo y como decía, es una fiesta familiar donde todos participan

Aquí el cordero es como el cerdo, se aprovecha todo y para ello hay que vaciarlo

Las mujeres se encargan del trabajo fino

La tradición dice que cada marido debe llevar un cordero a casa y la familia con la que pasé la Tabaski era bastante grande y se mataron seis corderos así que la casa se convirtió en una carnicería durante toda la mañana. Cumplida la primera parte de la fiesta, tras la matanza y el despiece del cordero, llega lo mejor del día, toca comer. Antes de empezar son varias personas las que me dicen que el sabor del cordero el día de la Tabaski es único. La casa se empieza a ahumar, los niños desfilan arriba y abajo con los preparativos y finalmente se extiende el mantel sobre el suelo, llegó la hora.

 la hora de compartir plato,

 de ver disfrutar a los niños

 y de ponerse las botas :)

Tras la panzada de cordero acompañado de patatas fritas, la omnipresente cebolla y pan toca hacer la digestión y como por estos lares no se estila el consumo de digestivos espirituosos toca darse al té. Aquí preparan un té mentolado que es conocido como Ataya. Su preparación es todo un ritual y la tradición dice que se toma en tres tandas. Hay que tener en cuenta que la Ataya se toma en vasos tipo chupito y estos vasos, normalmente cuatro, se van pasando entre los presentes así que para cuando te llega la tercera ronda has pasado la tarde sin darte cuanta. Es una bonita forma de relacionarse y conocer a tus acompañantes.
No hay que olvidar que estamos de fiesta y como suele ser costumbre en todas las culturas la gente se pone sus mejores prendas para la ocasión. Aquí el traje tradicional se llaman Bubú aunque luego existen una infinidad de variantes con sus respectivos nombres que se me escapan a la memoria. A media tarde los niños se visten con toda la ilusión del mundo y tras ejercer de modelos y echar algún baile que otro salen a la calle para visitar a los vecinos del barrio y de paso sacarse alguna monedilla.



Aquí podéis ver a varias generaciones de gala

Y aquí a los toubabs con el anfitrión

Para rematar el día y por si no te habías quedado satisfecho con la comida, más cordero para cenar. A estas horas ya se ve quienes son los valientes que se meten otra de cordero para cenar :)



Con el regustillo del cordero en la tripa y el recuerdo de las risas y los bailes en la cabeza solo puedo dar gracias por haber tenido la oportunidad de vivir una fiesta tan familiar rodeado de gente que me hizo sentirme en familia.

Djerejef!!



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